Omar Contraras Foto: Natalia Brand
Ultraliviano de ala Delta 
Playa de las ruinas de Tulum, México
Playa del Carmen Riviera Maya, México
Machu Picchu, Perú
Arco de "La Portada" . Antofagasta Chile
Fuente: Revista Estampas de El Universal, Caracas, 16 de septiembre de 2007
Fotos: Omar Contreras
Vivimos en una sola tierra y las fronterasque nos separan son mentales". Esta es la primera certeza que asoma elvenezolano Omar Contreras en Volando América, un libro de colección que recogesus extraordinarias vivencias a bordo de El Cóndor, un avión ultraliviano quelo ayudó a surcar los cielos de gran parte del continente. Ocho meses duró laaventura que llevó a este aventajadopiloto a recorrer una veintena de países, y el emocionante relato de su intensatravesía ha quedado plasmado en suobra junto a las espectaculares imágenesque captó con su lente desde las alturas.El ejemplar ya está en las librerías nacionales, y es, ciertamente, para echar a volar la imaginación.
El hombre y sus alas
Si se le pregunta a Omar Contreras desde cuándo tiene la pasión de volar, responde que desde siempre. "Crecí leyendo increíbles historias de los primeros aviadores… Quería ser piloto, siempre me llamóel azul de arriba, y lo busqué a mi manera…", comenta en el prólogo de Volando América. Afortunadamente, el sueño que lo acompañó durantetoda su infancia se materializó a comienzos de los ochenta, cuando pudo comprar sus primeras alas;para entonces ya contaba con 19 años. Sus vuelos iniciales los realizó en las montañas merideñas: juntoa un grupo de amigos se hacían llamar los surfistas del aire, y cada día el reto era "surfear" tantas montañascomo fuera posible. Esta pasión hizo que Conteras, en un momento dado, pusiera los pies sobre la tierra y tomara una decisión de vida: "Dejar la arquitectura y comenzar mi propia carrera... arriba, en las nubes". Ahora, con más de veinte años de experiencia, es uno de los pilotos más reconocidos del país, y es el único aeronauta que ha logrado volar más de 50 mil kilómetros sobre América utilizando para ello una pequeña aeronave ultraliviana. Además, ha sido merecedor de diversos reconocimientos, como el premio a la Mejor Película de Aventura concedido a su documental Volando el sur, y la copa Piloto del Año, ambos otorgados en 2005 en el Festival de San Yelmo, en España.
El hombre y sus alas
Si se le pregunta a Omar Contreras desde cuándo tiene la pasión de volar, responde que desde siempre. "Crecí leyendo increíbles historias de los primeros aviadores… Quería ser piloto, siempre me llamóel azul de arriba, y lo busqué a mi manera…", comenta en el prólogo de Volando América. Afortunadamente, el sueño que lo acompañó durantetoda su infancia se materializó a comienzos de los ochenta, cuando pudo comprar sus primeras alas;para entonces ya contaba con 19 años. Sus vuelos iniciales los realizó en las montañas merideñas: juntoa un grupo de amigos se hacían llamar los surfistas del aire, y cada día el reto era "surfear" tantas montañascomo fuera posible. Esta pasión hizo que Conteras, en un momento dado, pusiera los pies sobre la tierra y tomara una decisión de vida: "Dejar la arquitectura y comenzar mi propia carrera... arriba, en las nubes". Ahora, con más de veinte años de experiencia, es uno de los pilotos más reconocidos del país, y es el único aeronauta que ha logrado volar más de 50 mil kilómetros sobre América utilizando para ello una pequeña aeronave ultraliviana. Además, ha sido merecedor de diversos reconocimientos, como el premio a la Mejor Película de Aventura concedido a su documental Volando el sur, y la copa Piloto del Año, ambos otorgados en 2005 en el Festival de San Yelmo, en España.
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