jueves, 22 de agosto de 2013

Escaladores venezolanos intentaron las Cinco Águilas en Sierra Nevada de Mérida

 
 
 

Fuente: http://www.lapatilla.com/site/2011/11/14/escaladores-venezolanos-intentaron-las-cinco-aguilas-en-sierra-nevada-fotos/ 14 de noviembre de 2011 FedericoPisani
Fotografia: Federico Pisani, Alfredo Rangel e Iván Calderón.
A finales del pasado mes de septiembre, Alfredo “Yupi” Rangel, Iván “Krispín” Calderón, el camarógrafo José Romero y yo empezamos nuestro ascenso a la Sierra Nevada de Mérida desde el pueblo de Los Nevados. Nuestro objetivo: escalar las cinco Águilas Blancas, El León, El Toro, El Pico Bolívar, La Concha y El Pico Humboldt, por sus caras norte. Hasta donde sabemos, nadie ha completado esta travesía con éxito.
Nuestro plan era empezar por El León y terminar con El Pico Humboldt. De modo que nuestro primer campamento lo establecimos en la base de El Toro, desde donde atacaríamos las dos primeras cumbres.
Las caras norte de El León y El Toro son de difícil acceso y esto, sumado a su dificultad, las ha mantenido virtualmente vírgenes. Sólo conocemos dos previos ascensos para cada una de estas paredes.
A las 4:00am del 3 de octubre partimos de nuestro primer campamento hacia la cara norte de El León. En un punto de la vía normal hacia la cumbre de EL León nos desviamos hacia una vistosa ventana que se encuentra en la arista que se forma entre El Toro y El León. Desde ahí rappelamos unos 30 m hasta un sistema de terrazas en la vertiente norte, lo que nos dio acceso a toda la pared.
Al encontrar una hermosa arista que se una a la pared norte decidimos empezar nuestra escalada. Intentamos utilizar el filo de la arista para escalar, pero una especie de gendarme nos obligaba al uso de la cuerda. Para ahorrar tiempo decidimos bajar de la arista y escalar sin cuerda una pared con la que, supuestamente, evitaríamos el gendarme.
Escalé de primero el muro húmedo, lleno de musgo y con mucho bloques sueltos, hasta una dificultad de 5.8 aproximadamente. No utilicé la cuerda, pero al llegar arriba me arrepentí por el riesgo que representó. Iván y Alfredo se encordaron y pasaron sin mayor contratiempo la misma sección.
Continuamos escalando con cuerda hasta superar un pequeño diedro de 5.9. Desde ese punto en adelante escalamos sin cuerda, pero con mucho cuidado por la mala calidad de la roca. Seguimos la línea más lógica, evitando un hermoso sistema de grietas; no contábamos con mucho tiempo para escalar dado que las condiciones se deterioraban con rapidez. Al llegar a la arista que lleva a la cumbre la tormenta estaba encima de nosotros.
En medio de la niebla conseguimos el punto más alto, pero una breve ventana nos puso en perspectiva: habíamos alcanzado la cumbre este, no la principal. Discutimos si debíamos escalar hasta la cumbre principal, pero la nevada nos facilitó la decisión: bajamos enseguida. Desde entonces el tiempo empeoró y no dejó de llover. A las 6:00pm llegamos exhaustos y felices al campamento.
En la noche, el resfriado con el que empecé a escalar empeoró y derivó en un ataque de asma. Dos días después tuve que ser evacuado en teleférico a Ciudad de Mérida.
Iván y Alfredo continuaron con la tentativa de escalar las cinco nortes. El día después de mi partida Iván y Alfredo salieron a explorar la cara norte de El Toro. Luego de una breve ventana de buen tiempo, las nubes se cerraron y dificultaron la navegación.
Perdidos y en medio de la tormenta, Iván y Alfredo decidieron vivaquear en una cueva, al menos hasta que las condiciones mejoraran. Pasaron la noche entre truenos y centellas y a la mañana emprendieron el regreso al campamento, sin siquiera poder intentar la escalada.
Para volver al campamento, los muchachos dieron una vuelta completa a la montaña, completando el circuito a las 4:00pm del día siguiente a su partida.
El estado del tiempo nunca mejoró, pero decidieron enfrentarse a la cara norte del Pico Bolívar. Desde Pico Espejo emprendieron su tentativa con la intención de realizar una nueva variante a la ruta Vinci Norte. En la pared, se desviaron de esta ruta hacia la izquierda, alcanzando con éxito su objetivo (confirmado por Carlos Reyes).
Nuestro plan inicial era escalar las cinco nortes en 12 días, pero el mal clima nos quitó mucho tiempo. Esto, sumado a que tuve que abandonar por razones de salud, llevó a Alfredo e Iván a tomar la decisión de posponer el proyecto.
En la actualidad reponemos nuestras fuerzas y motivación para realizar un segundo intento a principios del año que viene.
Agradecimientos:
Esta expedición no habría sido posible sin el patrocinio de Gatorade, The North Face y Petzl. También extendemos un cálido agradecimiento a nuestros porteadores –Morocho, Dinuso y Pájaro- y a los arrieros de Los Nevados, quienes representan un gran apoyo para nosotros, tanto físico como moral.