domingo, 26 de julio de 2009

Venezuela inspira a UP













Fuente: www.semana.com.ve 9 de abril de 2009
UP es la nueva película animada de Pixar, trata de como Carl Fredricksen, de 78 años de edad, logra cumplir el sueño de toda su vida: ver la selva de América del Sur. Lo interesante es que lo logra por medio de miles de globos atados a su casa.
Los artistas de Pixar se inspiraron en la Gran Sabana, el Salto Ángel y especialmente en los Tepuyes de nuestro escudo Guayanés.
Ellos necesitaban un lugar mágico, y simplemente lo consiguieron.
Los imaginarios y artistas de Pixar quedaron enamorados de esta locación, el escritor y director Pete Docter dijo: “de verdad es alucinante” por lo que no les costó instalarse un par de días en los Tepuyes para dibujarlos, fotografiarlos y filmar para que la magia de ese lugar pudiese recreada en UP, la próxima película de los creadores de Toy Story, Los Increíbles, Buscando a Nemo, Cars, etc.
Pixar convirtió la Gran Sabana venezolana en el escenario de su nueva película animada
No hay dudas: Disney tiene el dudoso honor de ser uno de los íconos de la globalización. Se lo ha ganado ideologizando a millones de personas desde su más tierna edad, con animaciones que les inyectan la cultura y la simbología de la sociedad estadounidense, en detrimento de su propios valores. Diferentes articulistas han advertido del uso de sus películas para la colonización ideológica o para fines políticos. Pero por otro lado, la casa de animación Pixar, que se fusionó con Disney en 2006 luego de hacerse famosa por sus largometrajes animados generados por computadora, ha presentado mensajes progresistas en muchos de sus largometrajes anteriores:
En la película Wall-E (2008) se hizo una fuerte crítica contra el consumismo y las consecuencias que éste traería a la humanidad y el planeta.
La película Cars (2006) muestra lo positivo de abandonar las grandes ciudades y regresar a los pequeños pueblos.
Monsters Inc. (2001) hace críticas a una corporación productora de energía y su afán capitalista de obtener ganancias sin medir las consecuencias.
Los Increíbles (2004) hace una contundente crítica a las aseguradoras y el sistema de salud estadounidense.Estas y otras historias parecieran marcar un nuevo giro ligeramente de izquierda en las películas animadas, que, sin embargo, no deben hacer desaparecer el ojo crítico que todo revolucionario debe mantener sobre este tipo de productos comerciales. Venezuela en 3D Dicho esto, no puede dejar de causar alegría que una parte del próximo largometraje animado de Pixar, titulado "Up!" (¡Sube!), esté ambientado en la Gran Sabana venezolana, y que los tepuyes y hasta el Salto Ángel hayan sido recreados hasta el más mínimo detalle en un mundo 3D generado por computadora. En la película, un anciano rutinario de 78 años llamado Carl, de cabeza casi cuadrada, quien no ha dejado de desayunar lo mismo por 50 años, decide un día cambiar su rutinaria vida para cumplir una promesa a su esposa Ellie, quien era todo lo contrario a él en personalidad y siempre quiso conocer Venezuela, pero falleció antes de tener la oportunidad. En medio de amenazas de ser llevado a un asilo de ancianos, Carl amarra diez mil globos infantiles a su casa, haciéndola volar en una escena tal vez inspirada en el largometraje animado japonés "El castillo ambulante" de Hayao Miyazaki. Carl vuela a Suramérica a cumplir su promesa, acompañado de un niño explorador de 8 años, Russell. La Gran Sabana Pete Docter, uno de los directores del largometraje, había considerado originalmente a una isla deshabitada como destino final de los protagonistas, pero luego de ver un video de la Gran Sabana venezolana suministrado por Ralph Eggleston, productor de diseño de Wall-E, se convencieron instantáneamente de cuál debía ser el destino de Carl y Russell. Explica Docter: "Es un lugar completamente fantástico y salvaje, del que yo desconocía su existencia antes de empezar a hacer la película. Empezamos a hacer una investigación, y cuando supimos de este lugar, sabíamos que teníamos que ir hasta allá." "Nos tomó 3 días llegar, debido a que tuvimos que tomar un avión, y otro avión, y viajar en jeep, y tomar un helicóptero, luego otro jeep y entonces caminar. Pero valió la pena... no pude creerlo cuando lo vi por primera vez. ¡Acantilados de noventa grados de inclinación y una milla de altura sobresalen desde la jungla!", dice en obvia referencia a los tepuyes venezolanos. También se sintió impresionado por las delicadas formas rocosas que existen en el tope de los tepuyes. "Tú sientes que están en otro planeta". Sientes que estás viendo personas u objetos, pero en realidad son rocas a través de la niebla. Para propósitos de investigación, Docter y once artistas de Pixar viajaron a Venezuela en 2004. Caminaron a la cima de un tepui y permanecieron allí por 3 noches, dibujando y haciendo bosquejos. "Una gran parte de esta película tiene lugar en esta jungla suramericana", relata Docter, quien también dirigió en 2001 la película Monsters, Inc. "Y estos lugares realmente existen, pero la mayoría de las personas no han escuchado nada de ellos. Tenemos esos extrañas pero fantásticas plantas con formas extrañas -hay una en particular- que tienen hojas curvas y un palo con una bola de espigas en su parte superior: parece algo extraído de la película Monsters Inc., pero ¡es real!", dijo Docter a la revista web AWN.com -¿Por qué Venezuela? "Inicialmente, sabíamos que necesitábamos un lugar donde Carl se quedara atrapado físicamente con este niño, para transformarse (como personaje)", una transformación que ellos buscan que sea parecida al del personaje Rick en Casablanca, o al anciano Ebenezer Scrooge en el Cuento de Navidad de Charles Dickens. Lo maravilloso del lugar, el desconocimiento que la mayoría de las personas tienen sobre el mismo y el hecho de que esté completamente alejado del resto del mundo lo convirtieron "en el sitio perfecto". "Queremos que la gente sienta que este es un lugar en el mundo real. No es Dorothy yendo al mundo de Oz. Eso nos creó un reto en el diseño de la película", explicó Docter. Indicó que, afortunadamente, las cientos de fotografías y el dominio que ellos tienen sobre las texturas y la iluminación en un mundo 3D generado por computadora les ayudó a darle la ambientación necesaria. Adultos mayores como protagonistas En la película resalta que adultos mayores o personas de la tercera edad sean los protagonistas, algo inusual en las películas animadas, llenas de héroes juveniles que realizan grandes hazañas. Docter reconoce la influencia de Joe Grant, uno de los más veteranos animadores de Disney, quien murió a los 97 años en 2005 no sin antes examinar el guión y darle ideas al respecto. No se conocen muchos otros detalles sobre la trama de Up, excepto los que se desprenden del aparataje de mercadeo de Disney, que nos bombardeará con promociones desde aquí hasta su estreno, pautado para el 29 de mayo en Estados Unidos y México, y posteriormente en otros países (la fecha probable del estreno en Venezuela es el 12 de junio, y en España será el 14 de agosto) En conclusión: Si la película -la décima de Pixar- sigue la costumbre de sus predecesoras y se vuelve una excelente obra cinematográfica, o si la película busca llamar la atención en las riquezas de Suramérica para justificar o motivar futuras intervenciones, esas son suspicacias que no podemos confirmar o negar a estas alturas. Habrá que esperar a su estreno para hacer las críticas respectivas, y estaremos muy atentos al respecto. No es la primera que la Gran Sabana inspira a cineastas Ya en el pasado, otras empresas de cine estadounidenses se han inspirado en la Gran Sabana o la han usado en ambientaciones de sus películas; por ejemplo Aracnofobia (1990), producida por Steven Spielberg y cuyos primeros 20 minutos transcurrieron en Venezuela; de ella se denunció que dejó mucha basura en los lugares donde se realizaron las grabaciones. Incluso en 1912 la novela de Arthur Conan Doyle "El mundo perdido" trataba de una expedición a un tepui en Venezuela, donde vivían dinousaurios y otros animales prehistóricos (según la novela). En 1995, Michael Crichton publicó una novela con un título similar, que fue llevada al cine en las series "Jurassic park". La propia Disney, en 2001, estrenó la película "Dinousaurio", cuyos primeros 7 minutos (para algunos, lo único que vale la pena de la película) son una espectacular secuencia en la cual el huevo de Aladdar, el protagonista, viaja gracias a una serie de acontecimientos fortuitos por entre los ríos, acantilados, cascadas y tepuyes venezolanos, poblados por miles de animales del período cretáceo añadidos digitalmente. Dinousario, sin embargo, se realizó componiendo imágenes filmadas en 35 milímetros y grabadas en Venezuela, Florida, Arizona y Nueva Zelanda, con animación 3D generada por computadora. "Up", en cambio, es totalmente 3D y requirió la reconstrucción de todos los escenarios en un mundo virtual. YVKE

viernes, 3 de julio de 2009

Venezuela por lo alto realizará documental en la cima del Taboche

Patricia Tacconi y Alberto Camardiel, integrantes de Venezuela por lo alto Foto: Allan Bernal

Fuente: http://www.el-nacional.com/ Caracas, 17 de septiembre de 2008
Tres montañistas venezolanos partirán el 7 de octubre hacia la cordillera del Himalaya, donde realizarán un documental sobre su ascenso a una de las montañas más difíciles de escalar del mundo.
"Venezuela por lo Alto” es el proyecto que llevará a tres venezolanos a escalar los más de 6000 metros de altura de la montaña Taboche, en la cordillera del Himalaya, con la finalidad de retratar el modo de vida de los montañistas venezolanos en un documental.
Patricia Tacconi y Alfredo Autieros son los más experimentados del equipo. Tacconi destaca en la historia del montañismo nacional por ser la única mujer en alcanzar los 8.201 metros de altura del Cho Oyu, la sexta montaña más elevada del mundo.
Por su parte, Autieros es uno de los fundadores de Proyecto Cumbre y uno de los montañistas más veterano del país. En su carrera está el haber participado en la primera expedición venezolana en el Himalaya en 1991. También ha escalado con éxito el Ama Dablam, el Parchano y el Dhaulaghiri, todas ubicadas en la misma cordillera asiática.
El tercer integrante del grupo es el periodista deportivo Alberto Camardiel, quien tendrá la misión de filmar el trayecto de un mes hasta la cumbre de Taboche. Camardiel lleva 10 años acompañando a la pareja Tacconi-Autieros por algunas de sus expediciones.
“Para nosotros la idea principal es que toda Venezuela se sienta parte de este proyecto en el Himalaya y luego pueda vivenciar nuestra experiencia en Taboche”, afirmó Camardiel.
El resultado final del documental será proyectado en festivales de cine nacionales e internacionales y a través de los canales RCTV y Sport Plus, en televisión por suscripción.
La excursión venezolana tiene planeado alcanzar la cima de Taboche en una travesía de un mes de duración, dado las condiciones irregulares de la montaña que no permite una escalada continua.
El equipo de “Venezuela por lo Alto” partirá al Himalaya el 7 de octubre y tienen estimado regresar al país el 7 de noviembre con todo el material recaudado por ellos, para luego comenzar el proceso de edición de la película.

Expedición criolla sale al Taboche

Patricia Tacconi

Patricia Tacconi

Patricia Tacconi


Patricia Tacconi


Campamento Pico Taboche


Patricia Tacconi


Taboche (Montaña de los sueños)


Patricia Tacconi

Patricia Tacconi


Patricia Tacconi
Fuente: http://www.eluniversal.com/ Caracas, 19 sept 2008
Una expedición de tres venezolanos intentará poner por vez primera el pabellón nacional en la cima del Taboche, montaña de 6.542 metros de altura sobre el nivel del mar, ubicada en el Himalaya.
Patricia Tacconi, Alfredo Autiero y Alberto Camardiel integran la expedición que partirá a Nepal. Tacconi fue la primera mujer venezolana en coronar una cumbre superior a los 8 mil metros. Lo hizo en el Cho Oyu, en el año 2005.
En el caso de Autiero, es uno de los montañistas más destacados de este país y además fue miembro fundador del Proyecto Cumbre y Camardiel es un periodista deportivo, aficionado a los deportes extremos.
Las vivencias que se desprendan de esta experiencia, serán llevadas al público a través de un documental que filmarán los tres integrantes de la expedición.
Esta formación es conocida como "la montaña de los sueños". Se ubica justo en el valle del Khumbu, frente del río Imja que nace en el Ama Dablan y está sobre las poblaciones de Pheriche y Dingboche, en Nepal.
El primer ascenso que se realizó a esta montaña, colindante con el Himalaya, se realizó en 1974. Fue una expedición francesa liderada por Yannick Seigneur y Jean Cristian-Michael.
El ascenso se realizará por la cara noroeste de la montaña, en lo que promete ser una ruta bastante compleja. Ningún alpinista ha podido realizar este recorrido en los últimos ocho años.
La cara norte de la montaña ofrece, de hecho, un asenso totalmente vertical, lo cual le imprime mayor riesgo a la aventura que estos tres aventureros venezolanos aspiran a llevar adelante.
La expedición saldrá de Venezuela el 9 de octubre rumbo a una experiencia que promete ser intensa de principio hasta el fin.

Una mujer de altura

Patricia Tacconi la escaladora del Cho Oyu

Patricia Tacconi

Patricia Tacconi

Integrantes expedición Venezolana al Cho Oyu


Ruta de ascenso al Cho Oyu 8.201 m

Seis cumbres más altas del Mundo
Fuente: Estampas de El Universal, Caracas, 2008 por Idalia De León
Patricia Tacconi puede convertirse en la primera venezolana en escalar una cumbre de más de 8.000 metros si corona la cima del Cho Oyu, la sexta montaña más alta del mundo. En septiembre, junto con un grupo de otros tres expertos montañistas, emprende el reto más importante de su vida.
Desde este ahora y hasta septiembre, en la mente de Patricia Tacconi no hay más que un pensamiento recurrente: coronar la cumbre del Cho Oyu, la sexta montaña más alta del mundo. Su objetivo se encuentra en la Cordillera de Los Himalayas, en la frontera entre Nepal y el Tíbet, y para llegar a él, ella, y sus tres acompañantes: Carlos Godayol, Luis Nevett Gimón y Hugo Andrés Rosenschein, comparten el sueño de ser la primera expedición criolla en llegar a la cima de la llamada “Diosa Turquesa”.
Son 8.201 metros que remontar y desde acá, desde Caracas, la cumbre luce más que inalcanzable. Pero el deseo de llegar a cumplir ese objetivo les pone la meta, a estos cuatro aventureros, en la punta de la nariz. En especial a Patricia Tacconi, quien con regularidad se visualiza colocando la bandera nacional en la cumbre del Cho Oyu.
“La alta montaña es muy dura porque sometes el cuerpo a condiciones para las que no está acostumbrado. Te falta el oxígeno, la temperatura puede ser inferior a los 20 grados sin contar que debes llevar cargas que pesan entre 15 y 20 kilos”, refiere Patricia, quien desde chiquita practicó diversos deportes hasta que el gusanito de la escalada y del montañismo se convirtió en una razón de vida que hoy en día le permite sumar más de 10 cimas superadas tanto en Venezuela como en el exterior.
CB AVANZADO: Inicio de las dificultades del ascenso
CAMPO BASE: Altura cumbre del pico Humbolt en Mérida
CAMPO 1: Abastecimiento de comida y material.
CAMPO 2: Trayecto muy exigente hasta el campo3. Se debe a la combinación de pendientes pronunciadas con altura elevada
CAMPO 3: Disminuye la inclinación de la pendiente. La falta de oxígeno, por el efecto de la altura, dificulta el ascenso hasta la cumbre.
Días de montaña. El primer paso para llevar a cabo la meta de coronar el Cho Oyu fue crear la Fundación Venezuela 8000, con el objetivo de reunir los recursos necesarios para emprender el viaje. Después se decidió que septiembre sería el mes ideal. Lo demás ha sido determinar la mejor ruta a seguir, estudiar las bitácoras de viaje de otros expedicionarios, y continuar un entrenamiento que, en el caso de Patricia, implica subir al Avila diariamente, y asistir al gimnasio para fortalecer piernas y brazos.
La expedición abarca 43 días, y el periplo los llevará a París, como primera parada, luego a la capital de Nepal, Katmandú, para más tarde emprender la escalada que cuenta con cuatro campamentos, sin mencionar el campamento base, el cual marca el punto de partida. En ese lugar (que está a la misma altura del pico Humboldt en Mérida) se organiza el viaje propiamente dicho; es decir, se contempla la logística de la comida y de cómo distribuirán los equipos y demás aperos, entre los montañistas y el personal contratado para ayudar con la carga, los llamados porteadores.
Desde Venezuela se llevan el equipo y la comida deshidratada, la cual, para quien no lo sepa, consiste en un tipo de alimento (carne, huevos revueltos, pasta, pollo, cereal, etcétera) que viene en bolsas plásticas, que se calientan una vez que se van a consumir. “Lo importante es alimentarse bien en el campamento base, aunque una vez que estás arriba se te quita el hambre. En todo caso, el triunfo de una expedición depende, además de que todos los santos te acompañen, de que te aclimates bien, que estés bien alimentado, y lo más importante es la mente, porque si no, la montaña te come”.
Para cumplir la última parte del ascenso (desde el campamento tres hasta la cima) Patricia decidió llevar oxígeno, pues, de esta manera, la posibilidades de lograr la cumbre son mayores. “Decidí que no quiero ser una heroína, sino lograr la meta. Si ya hice el Aconcagua que es de siete mil metros, quiero ahora hacer una montaña de ocho mil metros. Es una meta personal, y sería de mucho orgullo para mí ser la primera mujer en poner la bandera de Venezuela en la cima del Cho Oyu. De manera que le dejo libre el camino a otra mujer que desee ser la primera en lograr esta montaña sin oxígeno. Y ojo, no se trata únicamente de llegar a la cumbre sino transmitir todo el aprendizaje que implica el viaje, transmitir lo bueno, lo malo, los momentos difíciles, la motivación que se tiene”, refiere sonriente esta menuda mujer de 45 años.
El otro factor que Patricia no menciona (pues lo da por descontado) es el miedo. Sin embargo, señala que, si bien la palabra no la registra con frecuencia, siempre está por ahí rondando.
“Siempre hay un poco de miedo, no lo niego, porque forma parte de la condición humana, porque tu vida está en riesgo; pero es un miedo que te ayuda a tener un poco de precaución. No es un miedo que te paraliza, pues es superior el reto de saber hasta dónde puedes llegar. En esta actividad también entra en juego el ego; de ese siempre quiero más. Cho Oyu no es precisamente la montaña más peligrosa, pero el riesgo siempre está latente debido a las avalanchas, que no avisan y pueden dar una sorpresa en medio de la noche”. Y es en esos momentos cuando, probablemente, más se piense en Dios, en quien dice creer: “No soy devota, pero creo que hay un ser supremo. Cuando estuve en el Salto Angel y vi toda esa maravilla, me dije, tiene que haber algo superior a nosotros los humanos”.
Y es cuando también se ponen a prueba las cualidades de los montañistas: “El montañista tiene que tener mucha paz interior, porque se somete a muchas dificultades, y si no está bien mentalmente, puede decaer. Debe ser muy paciente, saber hacer las cosas con calma. Yo he aprendido a tomar las situaciones que se me presentan de otra manera, no me ahogo tan fácilmente en un vaso de agua. El trabajo de montaña te sensibiliza a nivel emocional, valoras más a tus seres queridos, a la naturaleza, a ti mismo. He aprendido a ser más flexible. Esta pasión por la montaña me ha hecho mejor persona, más humana, aprendes de la gente con la que te encuentras, quienes, a pesar de la pobreza en la que viven, no vacilan en ofrecerte una sonrisa. Los porteadores, por ejemplo, van cargados con 30 kilos, no tienen el abrigo ni el calzado adecuado, andan en cholas y, aún así, siempre sonríen”.
¿Alguna otra meta?
“Por ahora me proyecto arriba, me visualizo con mis amigos en la cumbre. Sintiéndome más cerca de Dios. Poder experimentar esa sensación de estar a ocho mil metros y disfrutar de lo que se ve allá arriba. Ver el Everest. Estar encima de las nubes, llevando a cabo una meditación en movimiento, estando en contacto conmigo misma o bien con lo que me rodea. En estos momentos no me planteó otra meta. Ahora quiero hacer Cho Oyu. Cuando regrese ya veré”.
¿Algún amuleto?
“Sí, llevo mis dos peluchitos, Boroboro y Malacara, cuyo nombre lo tomé del personaje canino de la película argentina Historias Mínimas. Siempre viajan conmigo y por nada del mundo los dejaría en Caracas”. l
Todos para uno la travesia al cho oyu la sexta montaña más alta del mundo, la llevarán a cabo los integrantes de la Fundación Venezuela 8000, conformada por Patricia Tacconi y otros tres veteranos expedicionarios criollos. Cada uno ha acumulado un récord de montañas escaladas que les permite asumir el ascenso al Cho Oyu como reto posible. Acá, un breve resumen curricular de cada uno.
1) Patricia Tacconi
Edad: 45 años
Profesión: Licenciada en Física
Experiencia deportiva: Montañista y maratonista
Principales ascensos: Aconcagua (Argentina); Sierra del Cocuy, Cóncavo/ Concavito, y Rita Cúa Blanco (Colombia); Pisco y Chopicalqui (Perú); Chimborazo y Cotopaxi (Ecuador); Pirineos (España); y Kilimanjaro (Africa)
Otras aventuras: Trekking en la Cordillera del Himalaya. También formó parte de la segunda expedición en realizar el descenso del Salto Angel a rappel.
2) Juan Carlos Godayol
Edad: 31 años
Profesión: Arquitecto
Principales ascensos: Hizo cumbre en el Aconcagua (Argentina) y el Mt. Mac Kinley,
la montaña más alta de América del Norte.
Otras aventuras: Formó parte de la segunda expedición en realizar el descenso del Salto Angel a rappel. Amplia experiencia en bicicleta de montaña y registra ascensiones a las principales montañas del país.
3) Luis Nevett Gimón
Edad: 38 años
Profesión: Licenciado en Administración y piloto
Principales ascensos: Participó en ascensiones a las principales montañas de Argentina, Bolivia, Ecuador y Estados Unidos, destacando el Aconcagua en Argentina y el Mt. Mac Kinley, la montaña más alta de América del Norte
Otras aventuras: Formó parte de la segunda expedición en realizar el descenso del Salto Angel a rappel.
4) Hugo Andrés Rosenschein
Edad: 40 años
Profesión: Ingeniero metalúrgico
Principales ascensos: Ha hecho cumbre en el Pico Bolívar, Humboldt (Venezuela); Pan
de Azúcar (Brasil); Cotopaxi, Cayambe y Chimborazo (Ecuador); Ishinca (Perú); y Ritacuba negro y blanco (Colombia), entre otros
Otras aventuras: Ascensos a diferentes tepuyes en Venezuela (Auyantepuy, Roraima
y Kukenán).